Estudiantes organizados en distintos grupos de trabajo, gestionaron donaciones para distintos espacios de la ciudad de Unquillo. Merenderos, ollas populares y comedores fueron seleccionados para recibir la colaboración de los jóvenes, de la mano de la comunidad, que se sumó a la iniciativa. De esta manera, la propuesta que año a año se desarrolla presencialmente, no fue pausada, sino que se adaptó a las circunstancias y, gracias a las posibilidades de diligencia que brindó la virtualidad, logró llevarse a cabo.
Tras la fusión –años atrás- de las cátedras de Formación para la Vida y el Trabajo, por un lado, y Comunicación, Cultura y Sociedad, por el otro, surgió la propuesta de que los estudiantes se involucren activamente en diversos espacios sociales con el fin de colaborar. Este atípico 2020 no fue la excepción y la iniciativa se reinventó, aprovechando las herramientas digitales para la organización y, posterior entrega de donaciones.
Los jóvenes, de manera articulada con las familias y docentes, gestionaron la ayuda a sitios claves para la comunión vecinal en los tiempos que corren. “El trabajo en merenderos, ollas populares y comedores se triplicó con la pandemia, viendo esta necesidad nos pareció genial hacerlos intervenir de esta manera”, explicó la Docente Eloísa Johnson, quién está a cargo de la actividad, junto a Jesica Ibáñez.
“Todos han asistido a los lugares, por voluntad propia y de los padres, pero no era obligatorio; estamos felices porque el logro se dio a partir de la gestión de los chicos y una familia que acompañó, apoyó y difundió”, añadió, además.
Santiago Gómez Coppede de 4° A, relató de la experiencia: “En mi opinión estuvo muy linda la oportunidad de participar en esta intervención, porque logras ver la situación de diferentes ángulos y el hecho de sentirte útil ayudando a los demás creo que es algo que a todos nos genera una gran satisfacción”.

Asimismo, valoró: “Me parece esencial que a veces pongamos las prioridades de los demás por delante de las nuestras, el solo hecho de concientizar a la gente ya es un paso gigante, ya que mucha gente ni conoce la situación en la que algunos de estos chicos viven y estaría bueno que esto no sé quede solo en una intervención, sino que nos propongamos ayudar a la gente todos los días”.
Por otra parte, Galo Cavina de 4°A comentó que “lo más gratificante”, es la sensación de ayudar a quien más lo necesita. “Me parece importante porque no solo estas colaborando –señaló- sino que sirve para tomar conciencia de lo que sucede a pocos kilómetros de tu casa”. A su vez, destacó el giro distinto que otorgó a la vivencia, el uso de la digitalización.
Finalmente, Johnson indicó que el objetivo detrás del proyecto es que los estudiantes comprendan que son ciudadanos y que pueden participar activamente, poniendo en práctica “la empatía, solidaridad, escucha activa y proactividad”. “No somos ciudadanos solo por votar o pagar impuestos, tenemos un montón de cosas por hacer”, concluyó la Docente.