En un nuevo aniversario de la Guerra de Malvinas, homenajeamos a los héroes que lucharon por la patria recordando el largometraje producido por la Fundación Josefina Valli de Riso, hace 8 años atrás.
Lejos quedaron ya aquellos fatídicos días que duró el conflicto bélico que marcó la historia argentina. Sin embargo, la herida aún no cierra y los compatriotas no se olvidan. Todo inició el 2 de abril de 1982, cuando las fuerzas militares argentinas desembarcaron en las islas Malvinas, con el objetivo de recuperarlas del dominio británico.
En pleno marco del denominado proceso de Reorganización Nacional, el gobierno del Reino Unido enfrentó a Argentina buscando conservar a Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, adyacentes al océano Atlántico Sur. El conflicto duró hasta el 14 de junio de 1982, cobrándose la vida de más de 630 soldados nacionales, a lo largo de esos 74 días.
La conflagración estuvo rodeada por falsas ilusiones que propagaban los medios de comunicación, una ausencia de protección hacia los jóvenes soldados que ponían en juego nada más y nada menos que sus vidas, la falta de una correcta preparación y recursos determinantes, como también el hambre, el frío y una contención nula.
Los veteranos que lucharon por su patria y sobrevivieron, hoy continúan peleando por reivindicar la memoria, manteniendo vivo el relato de uno de los episodios más trágicos que atravesó el país. En este desafío también se embarcó la Fundación Josefina Valli de Risso, mediante la producción de la película “El silencio después de las bombas”.
El largometraje cumple 8 años desde su debut en las pantallas y tuvo como objetivo poner en valor a los caídos de Malvinas y sus familiares, en el marco del Aniversario número 30 de la Guerra.
Este aporte en la tarea de valorizar la soberanía nacional, tuvo múltiples reconocimientos, como ser declarado de Interés Legislativo (Legislatura de la Provincia de Córdoba), de Interés Cultural (Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba), de Interés Cultural (Concejo Deliberante de la ciudad de Villa Allende) y de Interés Educativo (Ministerio de Educación de la Nación).
La trama combina de una manera sumamente inteligente imágenes documentales, testimonios de veteranos cordobeses, de familiares directos, opiniones de civiles a 30 años de la guerra e intervenciones desde lo teatral y artístico que por su contundencia no necesitan preámbulos.