Para empezar con toda el ciclo lectivo 2020, recordamos una de las visitas más especiales que tuvimos en 2019. Uno de los mayores objetivos en este nuevo comienzo es renovar el compromiso en acercar a los estudiantes algunos referentes de áreas fundamentales para su formación.
Mariano Marucco es un profesor de Lengua y Literatura, oriundo de Serrano que, actualmente, vive en Unquillo. Renueva cada día su rol docente representando mediante monólogos, a Shakespeare, Dante Alighieri y Edgard Alan Poe, especialmente para sus alumnos. Docente, monologuista y escritor ¿Qué surge al combinar las tres?.
Hace años, dejó su pueblo natal para estudiar Letras en la UNC. Hoy es docente de Lengua y Literatura y formó parte de la primera camada de profesores del Instituto Educativo Nuevo Milenio.
En 2016, Mariano Marucco publicó “El abrazo del viento”. Está basada en la historia real de un personaje de Unquillo, una mujer que llega al pueblo, se enfrenta a todos los retos de la crianza de su hijo, a la lucha y el abatimiento contra su realidad. En el contexto de la última dictadura militar, por estar comprometida socialmente, desaparece.
A comienzos de 2019, el editor de su libro anterior, abrió un concurso de cuentos de terror y el suyo salió elegido, junto a los de otros escritores. Aún sin conocerse entre sí, formaron un triunvirato literario y nació: “Eso existe”.
El Milenio: ¿Cómo combinas la vocación de la docencia con la literatura y la narración?
Mariano Marucco: Vivo esta vocación como una readaptación de la docencia, llevar los contenidos de siempre a un lenguaje más juvenil no disminuye el nivel educativo, sino que, por el contrario, entretiene y deja menos cosas libradas al azar. Me inspiro en estas historias, que van surgiendo a diario, en el vínculo con los adolescentes y en el reconocimiento de sus problemáticas. Eso me permite comunicarme sin tapujos. Se arma una complicidad muy linda.
EM: ¿Creás un vínculo diferente con tus estudiantes?
MM: Mucha gente reniega de “los jóvenes de hoy en día”, sin embargo, hacen lo mismo que hacíamos nosotros, sólo que con mucha más velocidad. Es posible obnubilarse por el vértigo de la virtualidad, pero sus búsquedas en torno a lo que disfrutan, a la construcción de su identidad, a las situaciones en las que se encuentran, son las normales de la adolescencia. Cuando nosotros como adultos bajemos los niveles de aceleramiento, dejaremos de generar violencias tanto simbólicas, psicológicas y físicas, la juventud estará en un ambiente propicio. Es nuestra responsabilidad legarles un mundo digno de ser vivido y nos lo hacen saber cuándo reaccionan negativamente a algunos estímulos. Educar debería ser el mayor objetivo de una sociedad adulta y comprometida.
“Educar debería ser el mayor objetivo de una sociedad adulta y comprometida”.
EM: ¿Qué reacción esperas en tu público cuando haces tu actuación?
MM: Espero que digan: “con la lectura puedo pasar un momento por fuera de la virtualidad”. Mi gran temor era que que estuvieran todos con el celular, durante el monólogo, pero el relato tiene la misma fuerza de siempre. La palabra tiene el poder de crear imágenes, el espectador siempre quiere escuchar una buena historia. Hoy, los pibes tienen mucho acervo cultural con Harry Potter, Percy Jackson, El señor de los anillos; una suma de libros muy grosa que hace pensar muchísimo. La lectura está formando una clase media intelectual pensante que va a cambiar muchas cosas.
EM: ¿De qué género es “el abrazo del viento” y qué inspiró su escritura?
MM: “El abrazo del viento” es más que nada Realismo Mágico. Es la historia real de la única mujer desaparecida en Unquillo, durante la última dictadura militar. Yo no conocía en profundidad lo que le había sucedido, así que entrevisté a su hijo y sumé muchos hechos reales al relato, pero también ficcionalicé bastante. Fue un tema interesante sobre el cual escribir, sobre todo porque la memoria de Unquillo ha sido bastante maltratada. Es necesario tomar consciencia, llamar al diálogo y entender que como sociedad, merecemos que la dictadura no vuelva nunca más.
“Hoy, los chicos tienen mucho acervo cultural con Harry Potter, Percy Jackson, El señor de los anillos; una suma de libros muy grosa que hace pensar muchísimo. La lectura está formando una clase media intelectual pensante que va a cambiar muchas cosas”
EM: Publicaste un libro en conjunto con otros dos escritores de Córdoba y los llamaron el “Terrorífico Triunvirato Literario” ¿Cómo surgió la idea?
MM: Gonzalo Vaca Narvaja es un editor sumamente comprometido con su labor en Unquillo y tiene un editorial llevado con mucho amor al arte. Él llamó por facebook a un concurso literario cuentos de terror. No me gusta mucho el género, pero me desvele una noche y para cuando amaneció ya tenía un cuento breve. Se lo envié por mail y un mes después me avisó que lo iba a publicar en la antología. Los otros dos cuentos están muy buenos y, el mío entre medio, le da un toque de frescura al libro. Es una historia de terror que sucede en una verdulería de Unquillo. Es una lectura amena, que te deja buen gusto.
EM: ¿Por qué otros géneros has incursionado o querrías incursionar?
MM: Ahora me está gustando mucho el realismo crudo de la gente nuestra. Estoy buscando dejar un poco el histrionismo del monólogo y, me gustaría indagar sobre la realidad propia del ser que vive en estas montañas, en estas tierras, con todas sus problemáticas. Siempre aparece un poco el realismo mágico que muestra la cultura, la exageración o la realidad apenas agrandada. Me gustaría indagar sobre lo que implica el invierno, el cortar la leña, el moverse por el pueblo, lo pueblerino, pequeñas cotidianeidades de personajes conocidos, con los que convivo. Me gustan todos los géneros, pero la poesía es el mío.
EM: ¿Estás trabajando en alguna otra novela o proyecto en este momento?
MM: Y ahora estoy con la idea de crear una biblioteca en una escuela de zona norte, en Córdoba. Además me gustaría armar algo con los primeros años, en este colegio, una biblioteca de libros modernos, nuevas editoriales, plumas, que los pibes puedan leer llevarse a su casa, volver, intercambiar.