Favorecer la convivencia, a través de las emociones

La docente jubilada, Graciela Taborda, retornó al Instituto Educativo Nuevo Mileniopara dictar la charla-taller “Mirarte es mirarme”. El encuentro se gestó para aprender a gestionar las sensaciones y así, el vínculo entre pares.


La Lic. Prof. en Cs de la educación y Coaching Ontológico Profesional, Graciela Taborda, se despidió del IENM en 2020, tras 14 años educando en nuestras aulas. No obstante, el pasado 16 de junio, visitó nuevamente las instalaciones del colegio para encontrarse con los estudiantes de 5to año A y B del Nivel Secundario.

Fotografía gentileza Graciela Taborda.

La profesional, que también es Neuropsicoeducadora y Capacitadora, dictó una charla taller, a partir de una invitación por parte del cuerpo directivo. “El propósito fue favorecer la convivencia entre los compañeros del curso y de todas las actividades que implican el aprendizaje”, explicó.

En este marco, la propuesta presentada sirvió para profundizar en el conocimiento y la gestión de las emociones. Así, la idea es “contribuir con el vínculo hacia nosotros mismos y con los demás”, detalló Taborda.

Acerca de la dinámica de la jornada, indicó: “Como puntapié inicial fue necesario crear un espacio propicio para hablar de que la comunicación y lo que elegimos hacer está afectado por las emociones”. Asimismo, afirmó que “ocultarlas puede tener un impacto negativo en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en la vida cotidiana de cualquiera”.

Respecto a la participación estudiantil, valoró que los jóvenes se “manifestaron muy curiosos con muchas ganas”, ante el abordaje de conceptos más bien teóricos relacionados “estrechamente con la Inteligencia Emocional, la Educación Emocional y la Neuroeducación. “Todo se desarrolló en un clima de interés y respeto”, añadió.

Por mayor presencia de la temática

La actividad fue la primera de una serie que tendrá lugar a lo largo del año y se plantean 2 instancias más con un eje práctico. Taborda comentó que la problemática trabajada requiere de “un entrenamiento y continuidad” para aumentar su eficacia.

A su vez, remarcó que es necesario involucrar “a todos los actores de la educación, no solo a los estudiantes”. Por tanto, expresó también que “estos temas deben tener mayor presencia en las escuelas”.

“Si les enseñamos a nuestros estudiantes a interiorizarse sobre sus emociones, a prestarles mayor atención, aceptarlas y procesarlas, los podremos ayudar a saber regularlas, a aumentar su capacidad de resolver situaciones de enojo, frustración, tristeza etc., que afectan el entendimiento, limitan la atención y el interés”, consideró.

Y finalizó: “Mientras que otras como la alegría, el optimismo, la empatía y la serenidad son palancas para lograr el bienestar, en las instituciones educativas y por supuesto en su vida, lo que mejorará su productividad y creatividad”.

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